4 El método foto voz
Una intervención con poblaciones marginadas para el acceso al agua potable, la higiene y el saneamiento en México
Lynda Rey, Wilfried Affodégon, Isabelle Viens, Hind Fathallah y Maria José Arauz
Definición del método
“Foto voz es un proceso por el cual los individuos pueden identificar, representar y mejorar su comunidad mediante el uso de una técnica fotográfica específica, confiando las cámaras a los individuos para que actúen como registradores y potenciales catalizadores del cambio en sus propias comunidades” (Wang y Burris, 1997, pág. 369). |
Fortalezas del método
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Desafíos del método
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Foto voz es un método cualitativo de recogida de datos que se utiliza a menudo en la investigación de la acción, en el que los/as participantes toman fotografías para explorar temas complejos o delicados. Creada a principios de los años 90, se basa en la idea de que las fotos pueden ayudar a los/as participantes, a menudo marginados socialmente, a contar una historia, identificar los problemas a los que se enfrentan y reflexionar sobre la formulación de sus propias soluciones. De esta manera, la fotografía no sólo se utiliza para responder a preguntas de investigación descriptivas: también es un medio para iniciar un verdadero cambio de paradigma (Fradet 2012).
Photovoice is a process by which people can identify, represent, and enhance their community through a specific photographic technique. It entrusts cameras to the hands of people to enable them to act as recorders, and potential catalysts for change, in their own communities (Wang et Burris 1997, p. 369).
Foto voz es un proceso por el cual los individuos pueden identificar, representar y mejorar su comunidad a través de una técnica fotográfica específica, confiando las cámaras a las personas para que actúen como registradores y potenciales catalizadores del cambio en sus propias comunidades (traducción libre).
¿Cuál es el propósito de foto voz?
Foto voz es un método visual y participativo, tiene generalmente tres objetivos principales: 1) permitir a los individuos destacar los puntos fuertes y las preocupaciones de su comunidad; 2) promover el conocimiento y el diálogo crítico discutiendo temas importantes en grupo; 3) influir en las decisiones políticas destacando los temas sociales (Wang y Burris 1997; Wang 1999; Wang y Redwood-Jones 2001; Fradet 2012).
De hecho, a través de la fotografía, se revela el poder de la imagen para definir lo que es real y normal. La imagen permite interpretar la realidad que nos rodea. También actúa como vehículo de las emociones que despiertan las condiciones económicas y socioculturales que afectan a los individuos y a sus comunidades. El proceso de foto voz es muy movilizador: es un espacio que promueve la conciencia de las realidades sociales y donde se produce la creación de representaciones y significados simbólicos. Permite a otros ver el mundo a través de los ojos del/la fotógrafo/a para que coexistan múltiples perspectivas e interpretaciones. A través del proceso y de los sujetos sociales que participan activamente en él, foto voz tiene el potencial de actuar como catalizador del cambio social.
De foto voz al foto-lenguaje: ¿hay aspectos comunes?
Existen varias variantes de foto voz, una de las cuales se llama “foto-lenguaje”. Las foto-voces difieren del foto-lenguaje en sus fundamentos. Mientras que foto voz forma parte de un enfoque de concienciación, emancipación y cambio social, el foto-lenguaje se basa originalmente en un enfoque más terapéutico. Creado en 1965 por un grupo de psicólogos franceses que trabajaban con adolescentes, el foto-lenguaje fue concebido de manera intuitiva. El objetivo era utilizar fotografías para apoyar el discurso de los jóvenes que tenían dificultades para expresarse y hablar en grupo sobre sus diversas y a veces dolorosas experiencias personales. También es un enfoque específico de trabajo en grupo basado en una colección de fotos elegidas para ilustrar un tema particular. El foto-lenguaje se centra más en la conciencia individual, centrada en los problemas personales o incluso psicológicos, y en hablar delante de todos los/as participantes (Vacheret, 2011).
Otra diferencia importante existe entre las dos técnicas a nivel de sus respectivos procesos. En efecto, en el caso del foto-lenguaje, las fotos son tomadas por un/a fotógrafo/a y la selección previa de las fotos la hace el/la facilitador/ de la actividad, a diferencia del enfoque foto-vocalización en el que los/as participantes toman las fotos por sí mismos (White, Sasser, Bogren y Morgan 2009). Sin embargo, las diferencias se desvanecen cuando el enfoque del foto-lenguaje se alinea con los fundamentos teóricos y los conceptos de la concientización como instrumento liberador en un proceso de educación y transformación social (Freire, 1970). La única diferencia que queda es entonces a nivel del autor de las fotos (el fotógrafo vs. los/as participantes).
En ambos enfoques se reconoce el potencial influyente de la imagen/foto utilizada como “voz familiar, poder, vehículo de emociones, indicador y revelador simbólico de las realidades sociales, catalizador del cambio e instrumento de promoción y acción social” (Fradet, 2012).
Como proceso, foto voz y el foto-lenguaje juegan un papel en el despertar de la “conciencia crítica”, es decir, una profunda comprensión de cómo funciona el mundo y cómo la sociedad, la política y las relaciones de poder afectan a la realidad de un individuo o grupo. La técnica de la fotografía, al “desvelar” y exponer las realidades sociales, puede influir en el surgimiento del cambio social (Danchin y Sax 2009; White et al. 2009).
Foto voz, un método de investigación y evaluación participativa
Foto voz se presenta generalmente como un método de investigación de acción participativa, pero también puede utilizarse como un método de investigación cualitativa o como un instrumento de recogida de datos para la planificación y la evaluación (White et al., 2009). Basado en la comunidad, este método es flexible y puede servir para diferentes propósitos (movilización comunitaria, evaluación de necesidades, evaluación de procesos y resultados desde una perspectiva participativa) (Catalani y Minkler 2010; Wang y Burris 1997). Aplicado como parte de la planificación de la intervención y la evaluación de las necesidades, el proceso de votación fotográfica involucra a la comunidad a fin de comprender mejor sus realidades, en particular a través de la perspectiva de las personas que no están en posiciones de poder o autoridad. Es una forma de legitimación del conocimiento comunitario (Mayfield-Johnson, Rachal y Butler 2014; Strack, Lovelace, Jordan y Holmes 2010).
Cuando se utiliza como método de evaluación participativa, el foto voz proporciona acceso a información concreta y útil sobre las comunidades destinatarias (Goo-Kuratani y Lai 2011). Puede complementarse con varios métodos, como las encuestas de hogares, las técnicas de grupos focales y de grupos nominales, equilibrando al mismo tiempo los objetivos de la investigación, la acción y la evaluación. Por lo general, sobre la base de las discusiones entre los/as participantes y los miembros del equipo de investigación, se identifica una pregunta. Luego, con sus cámaras, los/as participantes salen a buscar fotografías que ayuden a contestarla (Wang y Burris 1997). En un estudio realizado por Wang y otros (1996), se utilizó foto voz con mujeres rurales chinas que participaban en un proyecto de salud comunitaria para evaluar de manera participativa la eficacia, los puntos fuertes y débiles del proyecto. Se discute la forma en que foto voz puede contribuir a la capacidad de una comunidad para reflexionar sobre su propia cultura. Foto voz también fue utilizada por Duffy (2010) en una evaluación formativa en la que el investigador interrogó a mujeres solteras sobre los beneficios de participar en un proyecto de investigación. Foto voz es tanto más prometedora cuando se aplica en colaboración con poblaciones vulnerables o marginadas como las mujeres, los jóvenes, las personas que padecen una determinada enfermedad, las personas sin hogar (Valiquette-Tessier y otros, 2015) o los trabajadores del sexo (Desyllas, 2014).
El proceso de foto voz
Por regla general, la implementación de foto voz se lleva a cabo en tres fases. Requiere la presencia de un facilitador que esté familiarizado con las realidades históricas, políticas y socioculturales del entorno de intervención. La primera fase consiste en la capacitación y el fomento de la capacidad de los/as participantes que se familiarizan con los instrumentos (cámaras, baterías, películas, proyectores, álbumes, etc.). La segunda fase comprende la recogida de datos, que corresponde a los debates en grupos de personas (previamente identificadas) sobre cuestiones de desarrollo de la comunidad. Por último, la última fase es el análisis cualitativo de los comentarios/discursos de los/as participantes, a través de los cuales relacionan las fotografías con sus realidades (Catalani y Minkler 2010; Wang y Burris 1997).
Ventajas y desafíos del foto voz
Palibroda y otros (2009) identificaron varios beneficios y desafíos relacionados con el uso de foto voz, incluso a nivel de los/as participantes, el proceso de investigación y facilitación y el nivel de la comunidad. Cabe recordar que la aplicación de foto voz promueve: i) el fortalecimiento de la participación de la comunidad en la acción y la promoción, ii) una mejor comprensión de las necesidades de la comunidad, y iii) un mayor empoderamiento individual y colectivo (Catalani y Minkler 2010).
El enfoque también presenta varios desafíos. En primer lugar, los líderes de opinión influyentes de las comunidades desfavorecidas pueden utilizar su condición para imponer sus puntos de vista y mantener el statu quo frente al desarrollo o las cuestiones sociales, en detrimento de la mayoría marginada. Los/as participantes también pueden tener dificultades para presentar una realidad compleja o abstracta a través de sus fotografías.
En segundo lugar, dado que el foco de foto voz está en el individuo, también puede hacer hincapié en los puntos de vista individuales en lugar de en el consenso de la comunidad. Cuando las relaciones de poder favorecen a algunos individuos en detrimento de otros, foto voz podría perpetuar las desigualdades sociales. La discusión sobre temas a veces delicados, puede inducir sentimientos negativos.
Por último, las comunidades/individuos que viven en una situación de vulnerabilidad, pueden tener otras prioridades, además de contar con poco tiempo. Los resultados de foto voz también pueden no estar a la altura de las expectativas de los miembros de la comunidad, especialmente en lo que respecta al cambio social.
En el siguiente cuadro se presentan las ventajas y limitaciones del proceso de foto voz.
Ventajas | Desafíos |
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En la segunda parte de este capítulo, presentamos un experimento de foto voz utilizado como método de evaluación formativa que se acerca más al foto-lenguaje descrito anteriormente. De hecho, en el caso que se presenta aquí, las fotos fueron tomadas por los miembros del equipo del proyecto y no por los/as participantes debido a ciertos parámetros (método no previsto al principio del proyecto, pero ajuste ágil durante la ejecución que permite una mejor adaptación al contexto y a los/as participantes, limitaciones de tiempo y la necesidad de obtener datos casi en tiempo real para adoptar medidas correctivas antes del despliegue de las actividades en la fase 2 del proyecto). Esta experiencia es tanto más interesante cuanto que foto voz se utiliza como método de evaluación basado en el arte (Desyllas 2014). Proporciona una forma “alternativa” de hacer un juicio de valor sobre una intervención utilizando herramientas y enfoques creativos. El objetivo del enfoque era evaluar el componente artístico de un proyecto de agua, higiene y saneamiento ejecutado en una comunidad indígena de México.
Foto-elección para evaluar el arte social: entre la complejidad y la creatividad
Antecedentes
En un contexto en el que 700 millones de personas todavía no tienen acceso al agua potable y el 80% de ellas viven en zonas rurales (OMS/UNICEF 2015), la Fundación One Drop, con sede en Montreal, en asociación con una fundación privada y una organización no gubernamental mexicana, puso en marcha en 2015 un proyecto piloto destinado a proporcionar acceso sostenible al agua potable, la higiene y el saneamiento en dos municipios (Mixtla de Altamirano y Tehuipango) del Estado de Veracruz (México).
Ambos municipios están poblados por comunidades indígenas que comparten la misma lengua (el 98% de los habitantes hablan náhuatl). Se caracterizan por una elevada tasa de analfabetismo y la falta de agua potable e infraestructura de saneamiento. Durante un largo período del año, la infraestructura hidráulica no funciona, principalmente debido a los altísimos costos de mantenimiento. Para satisfacer sus necesidades de agua, la gente depende del agua de los ríos y de otras fuentes no potables. Algunas familias tienen depósitos en los que pueden almacenar agua de lluvia, pero la cantidad recogida sigue siendo insuficiente.
Además, aunque la mayoría de los hogares tienen letrinas (alrededor del 96% en Mixtla y el 86% en Tehuipango, según los datos del proyecto), estas infraestructuras son inadecuadas debido a la falta de higiene y seguridad.
En cuanto a la higiene personal, se observó la ausencia, la baja frecuencia y la práctica inapropiada de lavarse las manos y el cuerpo con jabón y de cepillarse los dientes.
Todas estas prácticas, combinadas con el hecho de que la mayoría de los hogares no tratan el agua antes de beberla, promueven la proliferación de gérmenes patógenos y enfermedades transmitidas por el agua dentro de las comunidades y las familias.
Municipios objetivo (Comunidades) | Tehuipango (Apitpitzactitla) | Mixtlade Altamirano (Mixtlantlapak) |
Tasa de analfabetismo | Más del 50% | Más del 50% |
Lengua | Náhuatl (98%) | Náhuatl (98%) |
Población destinataria | 23.746 | 10.387 |
Tasa de cobertura de saneamiento | 86% | 96% |
Tasa de cobertura de agua | 41% | 55% |
Higiene | Comportamientos higiénicos inadecuados dan lugar a una alta incidencia de enfermedades relacionadas con el agua |
La lógica de la intervención
En respuesta a estos problemas estructurales y de comportamiento, un proyecto ejecutado por la ONG mexicana financió la construcción de la infraestructura de agua y saneamiento. Sin embargo, la infraestructura por sí sola no basta para fomentar la adopción de buenas prácticas y hábitos a nivel individual y comunitario. Por consiguiente, la Fundación One Drop y sus asociados decidieron integrar un componente de arte social en el proyecto de infraestructura: un enfoque sistemático que utiliza todas las formas de arte para abordar las cuestiones sociales mediante la sensibilización y la movilización social. One Drop apuesta por el potencial del arte social como motor de transformación social y cambio de comportamiento en los proyectos de agua, higiene y saneamiento (WASH) que apoya (www.onedrop.org).
El arte social, que se lleva a cabo en colaboración con artistas locales, permite a las personas participar activa y creativamente en la solución de los problemas de su comunidad. La intervención a través de las artes conduce al desarrollo y la realización de acciones individuales y/o colectivas que responden a las necesidades de los individuos y las comunidades. Los/as participantes que se involucran en estos proyectos artísticos asumen responsabilidades y adquieren nuevas habilidades al participar en experiencias enriquecedoras, al tiempo que desarrollan su autoestima y su autovaloración. Muchos agentes de desarrollo las han utilizado durante decenios, en particular en la esfera de la salud, especialmente en lo que respecta al VIH/SIDA (Onuekwe 2015; Moyer-Gusé 2008; Singhal y Rogers 1999). El arte social se encuentra en la encrucijada de varias estrategias de comunicación para el desarrollo, la educación popular y especialmente el enfoque de educación-entretenimiento.
En México, los objetivos del componente del proyecto Arte Social para el Cambio de Conducta fueron: 1) integrar el arte social como instrumento de sensibilización, movilización y cambio de conducta individual y colectiva en un proyecto existente de EHA y 2) evaluar los efectos del arte social en el conocimiento, las actitudes y las prácticas en torno a dos conductas objetivo: el lavado de manos y el tratamiento del agua. Concretamente, ese enfoque tenía por objeto, por una parte, diseñar e integrar actividades de arte social en dos comunidades destinatarias y, por otra, elaborar un marco integrado de vigilancia, evaluación y aprendizaje con métodos innovadores para evaluar los efectos del arte social en las variables de interés mencionadas anteriormente.
A continuación se presenta el modelo lógico de la intervención social en el arte, es decir, las actividades planificadas y los resultados previstos a corto, medio y largo plazo, teniendo en cuenta el contexto del proyecto y el entorno de las comunidades destinatarias.
Como parte de esta innovadora iniciativa, se organizaron talleres de artes sociales que incluían teatro, danza (contemporánea y tradicional), música, circo, artes visuales y realización de cortometrajes para niños y adolescentes en las dos comunidades del proyecto. Los temas abordados por los artistas en esos talleres, así como los mensajes transmitidos, se centraron en el lavado de manos y el tratamiento del agua. El proceso creativo y las formas de arte se inspiraron en gran medida en historias locales, cuentos y otros bienes socioculturales. Los talleres se basaron en procesos colectivos de cocreación para mejorar las actitudes, los conocimientos y las prácticas de los/as participantes en relación con el lavado de manos y el tratamiento del agua, al tiempo que se les enseñaban técnicas artísticas.
Según este proceso, se esperaba que, como resultado de su experiencia de despertar artístico, aprendizaje cognitivo y reflexión crítica, se fortalecieran las capacidades/conocimientos de los jóvenes como agentes de cambio en sus comunidades, se les aumentara la autoestima y las actitudes hacia las cuestiones abordadas fueran positivas y proactivas a fin de fomentar un cambio de comportamiento sostenible a nivel individual y comunitario.
Además de los talleres artísticos mencionados, se ha puesto en marcha la actividad “Rincón de la higiene”. Consistía en la creación de un espacio dedicado a la higiene personal en las aulas. Este rincón se creó como parte de talleres de bricolaje, pintura y collage divertidos y educativos en los que participaron alumnos y profesores. Esta actividad se llevó a cabo con el fin de fomentar la creatividad de los profesores en la elaboración de materiales educativos para concienciar a los niños de la escuela primaria sobre las cuestiones relacionadas con la higiene y adoptar prácticas apropiadas en un entorno divertido y atractivo.
En el marco del proyecto se organizaron otros eventos dirigidos a las comunidades en general: desfiles de baile, actuaciones multidisciplinarias, difusión de cortometrajes producidos en los talleres y murales.
En el cuadro siguiente se presentan las actividades realizadas, los grupos destinatarios, los/as participantes y los temas abordados.
Actividades establecidas |
Descripción y participantes | Grupos destinatarios/públicos | Temas específicos |
Talleres artísticos y pedagógicos
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Teatro, danza contemporánea y tradicional, música, circo, artes visuales, cortometrajes, etc. | Jóvenes de 12 a 18 años | Aprendizaje técnico y cognitivo en varios campos artísticos integrando contenidos relacionados con el lavado de manos y las prácticas de tratamiento del agua a nivel doméstico |
Eventos artísticos (Espectáculos) | Creación, producción y presentación de espectáculos multidisciplinarios por jóvenes acompañados de artistas | Toda la comunidad | Prácticas de lavado de manos y tratamiento del agua en el hogar
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Desfiles artísticos | Creado y organizado por los jóvenes acompañados por los/as artistas/ Participación activa de los jóvenes, artistas y miembros de la comunidad en el desfile final: desfile cultural basado en las experiencias tradicionales de las caravanas | Toda la comunidad | |
Murales |
Pinturas de los jóvenes apoyadas por los artistas/ Inauguración de los jóvenes durante el desfile final | Toda la comunidad | |
Cortometrajes | Creación por parte de los jóvenes de los talleres formados por los artistas/ Presentación por parte de los jóvenes durante el desfile final | Toda la comunidad | |
“Rincón de la higiene” | La participación de todo el alumnado en las clases correspondientes | Estudiantes de primaria (6-12 años) | Prácticas de lavado de manos y de higiene personal de los niños y niñas |
El plan de evaluación de arte social
En el marco de este proyecto, se elaboraron y utilizaron varios instrumentos de supervisión y evaluación cuantitativos y cualitativos, en particular para medir los efectos de las intervenciones artísticas. El método de foto voz se adaptó y se aplicó como herramienta de evaluación con los jóvenes que participaban en los talleres de arte social para obtener sus opiniones, percepciones y satisfacción con estos talleres.
Se elaboró un plan de evaluación en colaboración con el equipo del proyecto en las zonas seleccionadas. Se trata de un plan que aborda varias cuestiones, pero sólo se presentan aquí las que fueron objeto de foto voz.
Objetivo de la evaluación | Preguntas de evaluación (desarrolladas en colaboración con el equipo del proyecto y los artistas) | Procesos e instrumentos de recogida de datos |
Evaluar las percepciones de los jóvenes sobre las actividades artísticas en las que han participado como parte del componente de Arte Social para el Cambio de Conducta relacionado con el agua potable y la higiene (tratamiento del agua y lavado de manos) | REACCIONES
¿Cuáles fueron las reacciones de los participantes a las actividades de arte social? APRENDIZAJE ¿Cuáles fueron las lecciones aprendidas por los jóvenes a través de su participación en actividades de arte social? EFECTOS SOBRE LAS PRÁCTICAS Y EL COMPORTAMIENTO ¿Cuál ha sido la influencia del arte social en las prácticas de agua y saneamiento como el lavado de manos y el tratamiento adecuado del agua para reducir el riesgo de enfermedades? RESULTADOS ¿Cuáles son los efectos próximos del arte social en la comunidad? |
Las fotos tomadas por el equipo del proyecto y los artistas según criterios bien establecidos e identificados por los jóvenes
Discusiones de grupo Dibujos hechos por jóvenes para expresar sus reacciones y percepciones Entrevistas individuales con jóvenes líderes (no consideradas en este texto) Encuestas por hogares sobre conocimientos, actitudes y prácticas (CAP) relacionados con el agua, la higiene y el saneamiento (no se consideran en este texto) |
Aplicación de foto voz como un enfoque evaluativo en el contexto artístico y social
Objetivos
Se eligió foto voz como enfoque de evaluación formativa. El enfoque tenía la ventaja de adaptarse al contexto indígena en el que se ejecutaba el proyecto, al carácter artístico de las actividades y a los jóvenes participantes. La actividad de foto voz tenía dos objetivos:
- Compartir las representaciones de los/as participantes sobre cuestiones de agua y saneamiento, exponer ideas preconcebidas, identificar estereotipos e ir más allá de ellos dando voz a la experiencia personal de cada individuo.
- Permitir que los/as participantes se expresen libremente y liberen sus emociones, individualmente y en grupo, sobre el tema de interés, reflexionando críticamente sobre las soluciones a considerar.
Proceso
La fase de planificación
El proceso de votación fotográfica requiere preparativos que requieren tiempo y recursos humanos. Para garantizar la aplicación eficaz del proceso de evaluación sobre el terreno, se colocó en la comunidad a un coordinador de proyecto especializado en arte social y evaluación, apoyado por el equipo del proyecto (una persona encargada de la traducción, una persona encargada de tomar notas durante el ejercicio y un fotógrafo/camarógrafo). Estas personas fueron capacitadas y orientadas por el evaluador interno de One Drop con sede en Montreal, que hizo varios viajes de campo para apoyar la aplicación de la evaluación.
Los principales pasos de planificación necesarios para llevar a cabo la evaluación son los siguientes.
Selección de los/as participantes
Los/as participantes en el proceso de evaluación de foto voz fueron elegidos de acuerdo con los siguientes criterios:
- Participación activa de los jóvenes en los talleres artísticos descritos anteriormente: se priorizó a los asiduos para obtener una visión completa de los efectos del arte social
- La igualdad de elección de las niñas y los niños
- La voluntad de hablar frente a un grupo y el consentimiento informado para participar en la votación fotográfica
- Capacidad para entender el náhuatl y/o el español
Los grupos estaban formados por un mínimo de ocho y un máximo de 15 participantes, lo que es un número relativamente adecuado para este tipo de actividad de grupo. Una vez concluida la selección, el coordinador del proyecto compartió la lista de participantes con los dirigentes de cada comunidad y con los padres para obtener su consentimiento a fin de reunir a los/as participantes identificados por la selección. Se obtuvo el libre consentimiento de los padres y los hijos y se comunicó a los/as participantes información clave relacionada con la actividad artística (propósito, fecha, hora, lugar). El municipio proporcionó un aula para la actividad.
Selección de fotos
Antes de la actividad foto voz, los artistas y el equipo del proyecto seleccionaron las fotos que se utilizarían como base para la evaluación según los siguientes criterios:
- Fotos que representan escenas y participantes en la acción
- Fotos que representan cada uno de los talleres artísticos facilitados por los artistas en el marco del proyecto de arte social
- Fotos que representan los temas del proyecto: lavado de manos y tratamiento del agua
- Fotos que reflejan las emociones de los jóvenes que participan en el proyecto durante los talleres
Se seleccionaron unas 20 fotos teniendo en cuenta el número de participantes (unas 10). Para cada una de las fotos seleccionadas se hicieron dos copias, especialmente en caso de que dos participantes quisieran seleccionar la misma foto. Cada foto fue identificada por un número en el reverso para facilitar el análisis. Finalmente, las fotos se imprimieron en un formato grande (8 ½ x 11) para permitir a los/as participantes visualizar mejor los detalles de cada foto.
Preparación de los recursos humanos
La cuestión de los recursos humanos es fundamental para esta actividad. Es útil contar con varias personas de recursos que puedan apoyar la actividad (traducción, toma de notas, etc.). Sin embargo, deben orientarse sobre la actitud a adoptar durante el proceso para que su presencia no cause molestias a los/as participantes.
La foto-vigilancia se llevó a cabo en dos comunidades a las que se dirigía el proyecto y cuatro especialistas asumieron cada uno las siguientes funciones:
- Animación
- Observación/observación durante el año
- Traducción
- Fotografía/giros
Estas personas tenían el mandato de apoyar la buena marcha del ejercicio. Por lo tanto, recibieron una breve sesión de capacitación previa que abarcó los siguientes puntos: 1) explicación del proceso de foto voz; 2) presentación del proceso y los pasos involucrados; 3) explicación de las cuestiones del ejercicio; 4) identificación y aclaración del papel de cada persona durante foto voz; 5) identificación de los papeles de cada persona durante el ejercicio.
Como parte de este proyecto, el coordinador de las actividades artísticas en el campo fue elegido para ser la facilitadora de foto voz. El objetivo era aprovechar la confianza y la complicidad existentes entre ella y los jóvenes, y fomentar su participación activa. En efecto, la proximidad del coordinador a los jóvenes creó un clima de confianza para que éstos se sintieran a gusto para expresarse libremente. El evaluador interno de One Drop estuvo presente durante el ejercicio como observador. Supervisó la actividad y observó el progreso y el comportamiento no verbal de los jóvenes. También orientó al facilitador en varias esferas, entre ellas la de velar por que todos los/as participantes hablaran, aclarar las preguntas y dar tiempo a los/as participantes más tímidos para que hablaran. Los artistas que facilitaron los talleres de arte no estuvieron presentes para permitir que los jóvenes se expresaran sobre su experiencia en estos talleres de manera abierta y con confianza.
Implementación
La actividad de foto voz en cada una de las dos comunidades tuvo lugar de la siguiente manera:
Organización del espacio de la sala (30 minutos)
La organización de la sala es muy importante para crear una atmósfera de compartir y escuchar. Las sillas se han colocado en el aula en un círculo para fomentar el intercambio, la interacción y la escucha activa. Además del área de discusión circular, se colocó una gran mesa en la parte de atrás de la sala y allí se exhibieron fotos seleccionadas. El aula fue una sabia elección porque los jóvenes estaban en un espacio familiar y tenían material escolar a su disposición.
Presentación del trabajo al grupo (15 minutos)
Con el apoyo constante del traductor, la facilitadora se encargó de explicar y detallar con claridad y precisión los pasos del proceso a seguir, los métodos utilizados (incluida la importancia de escuchar y la posibilidad de expresarse libremente) y las limitaciones de tiempo. El objetivo era asegurar que cada participante comprendiera el proceso y la metodología y se sintiera seguro para participar activamente en la actividad. En esta introducción también se incluyó una presentación de las diferentes personas presentes en la sala y sus funciones, a fin de no crear incomodidad entre los jóvenes.
Elección individual de las fotografías (10 minutos)
La elección individual de las fotografías fue para permitir a los/as participantes expresarse en torno a las siguientes cuestiones de percepción:
- Pregunta 1: Elige una foto que describa lo que más te gustó de los talleres.
- Pregunta 2: Elige una foto que describa lo que menos te gustó en los talleres.
Para este paso, la facilitadora invitó a los jóvenes a pasar a la mesa donde se exhibían las fotografías para elegir individualmente la foto que mejor describiera lo que habían disfrutado en los talleres (Pregunta 1). Mientras se movían silenciosamente alrededor de la mesa, identificaron una foto relacionada con la primera pregunta. La facilitadora invitó entonces a los/as participantes a tomar la foto elegida y volver al espacio de debate.
Para los que habían elegido la misma foto, había copias disponibles para que todos pudieran tener su foto a mano para su discusión.
Después de completar el intercambio (descrito en el siguiente paso) en torno a la primera pregunta, se utilizó el mismo proceso para la pregunta número 2: ¿qué foto representa lo que menos le gustó en los talleres?
Trabajo en grupo sobre las preguntas 1 y 2 (duración: 1 hora)
Después de la elección de la foto relacionada con la primera pregunta, se formó el círculo de discusión para intercambiar sobre las reacciones y reflexiones de cada participante.
La facilitadora repitió la pregunta e invitó a cada joven a compartir sus pensamientos en relación con la pregunta presentando al grupo la foto elegida, las razones de esta elección y la respuesta a la pregunta. Se alentó a los demás participantes a adoptar una actitud de escucha activa y a esperar su turno para hablar, a fin de no influir en las reflexiones de cada joven presente en el ejercicio.
Además, la facilitadora recordó a los/as participantes los objetivos del ejercicio para que cada uno de ellos se sintiera cómodo al expresarse.
Cada participante era libre de expresarse en español o náhuatl. Dependiendo del idioma elegido, las declaraciones se tradujeron en tiempo real. Cada participante pudo aprovechar su tiempo de conversación y todos expresaron el deseo de comunicar sus emociones con respecto a la elección de su foto. No había reticencia, ni había jóvenes que no quisieran expresarse.
Cuando procedía, la facilitadora hacía preguntas adicionales durante los intercambios a fin de promover la reflexión de cada joven.
La misma reflexión se hizo para la segunda pregunta.
Trabajo individual sobre la pregunta 3 (duración: 30 minutos)
Esta fase apeló a la creatividad de los jóvenes y a su capacidad de “dibujar sus emociones”. En un proceso tradicional de foto voz o fotolenguaje, no se utiliza el dibujo. El equipo del proyecto decidió incluir el componente del dibujo en la evaluación de foto voz por dos razones: 1) era interesante incorporar otro método de recopilación de datos basado en el arte, y 2) dado que las artes visuales ocupan un lugar destacado en la cultura indígena, el dibujo promovería la expresión libre y diferente (no verbal) de los jóvenes para expresar sus emociones.
Durante esta fase, se pidió a los/as participantes que respondieran a la siguiente pregunta:
Pregunta 3: ¿Puedes hacer un dibujo que describa cómo te sientes desde esta experiencia?
El objetivo de esta pregunta era conseguir que los jóvenes expresaran sus emociones después de los talleres y otras actividades artísticas sociales que tenían lugar en su comunidad. En lugar de un intercambio de grupo como en las preguntas anteriores, los jóvenes se aislaron en el lugar de su elección, el patio de la escuela, otra habitación, alrededor de una mesa, para hacer su dibujo.
Por lo tanto, se proporcionó material de dibujo y se dio a cada participante aproximadamente 30 minutos para completar los dibujos. Los dibujos pueden ir acompañados de palabras u oraciones. Los jóvenes exploraron el tema individualmente, respetando sus espacios de trabajo y su individualidad.
Algunos retomaron las ideas que habían expresado durante las preguntas 1 y 2, mientras que otros expresaron nuevas ideas y produjeron imágenes fuertes y simbólicas.
Conclusión de la actividad (10 minutos)
El ejercicio de evaluación de foto voz concluyó con la presentación voluntaria de los dibujos realizados durante el ejercicio anterior. Se invitó a los/as participantes a compartir sus reflexiones basadas en su creación.
La facilitadora agradeció y felicitó a los jóvenes por su participación activa y el respeto a las instrucciones. Los jóvenes también tuvieron la oportunidad de compartir sus impresiones sobre la actividad y disfrutaron mucho al recordar su experiencia en los talleres de arte de una manera lúdica y artística.
En total, el proceso de votación fotográfica duró unas dos horas. Los/as participantes pudieron regresar a casa y los miembros del equipo hicieron un balance de la actividad y compartieron sus impresiones sobre cómo fue. También se decidió producir copias de las fotografías elegidas por los/as participantes para entregárselas. Para reforzar el sentimiento de orgullo en sus respectivas comunidades, las fotos de los jóvenes participantes se exhibieron y se hicieron visibles para todos.
Análisis de datos
Los datos reunidos durante un proceso de votación fotográfica son principalmente cualitativos y el proceso de análisis puede ser difícil. En este proyecto, el objetivo era recoger las percepciones y reacciones de los jóvenes ante sus experiencias durante los talleres artísticos y educativos. Las preguntas que se hicieron a los jóvenes fueron las siguientes:
Pregunta 1: Elige una foto que describa lo que más te gustó de los talleres.
Pregunta 2: Elige una foto que describa lo que menos te gustó en los talleres.
Pregunta 3: ¿Puedes hacer un dibujo que describa cómo te has sentido desde esta experiencia?
A continuación se presentan las estrategias de análisis utilizadas:
Resultados de la evaluación
Las reacciones de los/as participantes a las actividades de arte social del proyecto
La mayoría de los jóvenes dijeron que disfrutaron del ambiente de los talleres (el entretenimiento, el trabajo en grupo y la complicidad con sus compañeros). Sin embargo, algunos también plantearon situaciones de conflicto experimentadas en algunos talleres y otros informaron de que disfrutaron mucho menos del taller de música, que les pareció menos entretenido. Esto podría explicarse por la falta de experiencia de los facilitadores con los jóvenes aborígenes y su incapacidad para motivar a los niños.
La relación con los artistas (apego, complicidad, confianza) fue particularmente apreciada, sobre todo por su accesibilidad, su adaptabilidad al público y su capacidad para motivar, entretener, movilizar y sensibilizar a los jóvenes. Según Mackinnon y Ryan (2015), las actividades artísticas como foto voz son también una oportunidad para que los facilitadores demuestren su capacidad de liderazgo más allá del objetivo inicial.
Al formar parte de un proceso creativo colectivo, el potencial de desarrollo individual de los jóvenes aumenta gracias al reconocimiento del éxito colectivo: “Lo que más me conmovió fue ver a mis amigos realizar acrobacias que no podían hacer al principio de la actividad” (participante joven).
Los jóvenes expresaron entonces un sentimiento de abandono y tristeza al final de las actividades (salida de los artistas en particular, pérdida de acceso al material artístico, ruptura del grupo creado durante los talleres). En general, la fotografía, el dibujo y el habla permitieron a los jóvenes expresar sus emociones más profundas y a veces mezcladas.
Aprender de los/as participantes en los talleres de arte social
Esta actividad confirmó que uno de los efectos de los talleres artísticos y educativos es el fortalecimiento de las capacidades personales de los jóvenes y la liberación de su pleno potencial. Los resultados de varios proyectos financiados por One Drop en África (Burkina Faso), la India (Odisha) y América Central (El Salvador y Honduras) en los que se involucra a los jóvenes en actividades de arte social describen procesos encaminados a convertir a los jóvenes en agentes de cambio en sus comunidades. En esos talleres, los jóvenes, especialmente las muchachas, demostraron un liderazgo individual y fueron ganando confianza poco a poco entre el comienzo y el final de las actividades, lo que fue confirmado por la experiencia mexicana.
El sentido de orgullo y autoeficacia aumentó, particularmente como resultado del aprendizaje de nuevas técnicas artísticas. Esta actitud positiva favorece la asimilación del aprendizaje de prácticas saludables como el lavado de manos y el tratamiento del agua para hacerla potable. Durante las actividades, los jóvenes pudieron practicar un lavado de manos adecuado en varias ocasiones. Sin embargo, la sostenibilidad de este aprendizaje puede verse comprometida si no se repite a diario. Para mitigar estos riesgos, se desarrollaron algunas actividades en estrecha colaboración con los maestros a fin de integrarlos en el programa de estudios de las escuelas y seguir aplicándolos en sus aulas. En la mayoría de los casos, los padres estaban presentes durante las actividades.
Percepciones de los/as participantes en el proceso de evaluación
Foto voz ha sido un éxito en ambas comunidades. Los/as participantes mostraron gran confianza y apertura al ejercicio a pesar de la presencia de oradores externos (camarógrafo, traductor). También fueron muy respetuosos con las instrucciones (silencio durante la elección, escucha, etc.), lo que creó una atmósfera de intercambio y diálogo. Este hallazgo está en consonancia con los resultados de varios estudios (Delgado 2015; Rania et al. 2014).
Dado que foto voz está orientada a los/as participantes, las preguntas preliminares que guían un estudio son maleables, lo que permite una mayor capacidad de respuesta a las necesidades identificadas de los/as participantes, así como la exploración de nuevas áreas de descubrimiento a medida que van surgiendo (Patton 2002, citado en Sutton-Brown 2014, pág. 171[4]).
Considerando la gran timidez de algunos participantes y teniendo en cuenta el desafío de la lengua materna (náhuatl) de estas comunidades, foto voz facilitó la comunicación de ideas a través del medio visual como soporte de la palabra. Los jóvenes fueron particularmente receptivos a las fotografías. Fueron un centro de curiosidad e interacción, así como el punto de partida de la reflexión cognitiva: las fotografías permitieron a los jóvenes recordar los momentos vividos durante los talleres e iniciar un análisis crítico de su experiencia (Strack et al. 2004). La foto seleccionada juega el papel de la “máscara” como en el teatro, permitiéndonos ser nosotros mismos detrás de una imagen que nos representa y a través de la cual se expresan los sentimientos. La foto es también un “espejo del alma” que permite a los jóvenes verse en acción para el cambio. Se consideró pertinente la elección de foto voz para mirar hacia atrás en las actividades de arte social, porque alentaba la reflexión personal del participante sobre los efectos que esas actividades tenían en su individualidad y en su lugar dentro del grupo. Se promovió la conciencia y la responsabilidad personal por las cuestiones sociales (en este caso, las cuestiones de salud), en un contexto en el que la noción de pertenencia a la comunidad tiene prioridad sobre la individualidad. Foto voz reveló el empoderamiento de los/as participantes al proporcionarles el espacio para ser ellos mismos, para desarrollar y expresar sus opiniones personales en su interacción con el grupo en una atmósfera respetuosa de compartir y escuchar.
Foto voz resultó ser divertida y original. Todos los jóvenes estaban muy entusiasmados con la participación (Madrigal y otros 2014; Strack y otros 2004). A diferencia de las formas más tradicionales de evaluación (encuestas, grupos de discusión) a las que se enfrentaron durante la ejecución del proyecto, los/as participantes informaron de que se divertían, se entretenían y se emocionaban. Pudieron expresarse de manera creativa sin sentir que estaban evaluando las actividades en las que habían participado o que estaban siendo evaluadas. En su estudio, Madrigal y otros encontraron que la integración de las actividades artísticas en un proceso de votación fotográfica ayuda a crear una experiencia interesante y entretenida para los jóvenes, a la vez que cultiva su espíritu de equipo y su sentido de comunidad.
Los/as participantes tienen la confianza y la seguridad de expresar sus ideas, tanto si son aspectos positivos como los que deben mejorarse en los talleres. Los jóvenes también afirmaron su individualidad y demostraron un liderazgo colectivo durante el ejercicio, tal como lo identificó Fradet (2012) a través de la sigla VOZ: Voicing Our Individual and Collective Experience. En efecto, pudieron elegir personalmente, sin la influencia de sus compañeros de actividad, sus fotos y expresar opiniones consensuadas y a veces diferentes, incluso sobre una foto idéntica. A pesar de las barreras lingüísticas que a veces se presentan, los jóvenes se expresan libremente, sin vacilación ni inhibición.
El análisis reflexivo de foto voz como herramienta de evaluación
Foto voz fue usada por primera vez por One Drop en México. El proyecto de arte social se centró en el cambio de comportamiento y brindó la oportunidad de aplicar enfoques de evaluación innovadores y cualitativos para recoger las percepciones de los/as participantes de las comunidades indígenas y comprender mejor los efectos del arte social, que son difíciles de cuantificar y medir con los instrumentos tradicionales.
El arte social es una intervención compleja, que depende en gran medida del contexto en el que se lleva a cabo. En este sentido, el uso de foto voz es apropiado, ya que se adapta a la cultura y al contexto en el que viven los/as participantes. Por ejemplo, no requiere la traducción de un cuestionario al idioma local y apela a la creatividad de los jóvenes al tiempo que fomenta su libre expresión. Esta primera experiencia nos ayudó a identificar los puntos fuertes y los aspectos a mejorar en la conducción del proceso; pudimos capitalizar este aprendizaje.
Cabe señalar también que la decisión de aplicar foto voz de manera ágil y adaptada permitió obtener información útil y aprovechable que contribuyó a movilizar y sensibilizar a la comunidad (que rara vez tiene la oportunidad de acoger actividades divertidas para los jóvenes), mejorar las actividades posteriores en otros proyectos, compartir las vías de mejora con los asociados, en particular los artistas, e integrar foto voz como una actividad plena en el modelo de intervención de la organización Social Art for Behavioural Change.
Lecciones aprendidas
Seleccionar e imprimir fotos: un paso importante para planificar
Durante el primer ejercicio de foto-voto en la primera comunidad, no se habían respetado las dimensiones requeridas (fotos suficientemente grandes para facilitar la selección por parte de los/as participantes). Por lo tanto, era necesario ser ingenioso y reimprimir las fotos tomadas a lo largo del proyecto con un tamaño lo suficientemente grande para una mayor visibilidad. Este contratiempo reveló la importancia de planear un paso tan inocuo como la impresión de las fotos, especialmente en duplicado y con mucha anticipación. Las dimensiones de las fotos son esenciales ya que la foto es el elemento principal de la actividad. Cuanto más grandes son las fotos, más permiten a los/as participantes comprender la escena y recordar los momentos descritos o identificarse con las fotos. La diversidad de las fotos y su número (mínimo de 6 fotos, máximo de 10) también son importantes, a fin de ofrecer una amplia elección a los/as participantes y reflejar el mayor número posible de opiniones.
El idioma: un factor esencial para la participación y la implicación
El proyecto se ejecutó en comunidades que hablan náhuatl, una lengua indígena de México. En este contexto, las intervenciones sobre el terreno, incluida la recogida de datos, debían tener en cuenta la complejidad de la comunicación. Por consiguiente, todas las actividades que requerían la recopilación de percepciones, comentarios o sugerencias de las poblaciones se realizaban en náhuatl. Esto permitió una mayor fluidez y dio confianza a los/as participantes. Se observó en varias ocasiones que las personas que participaban en el proyecto encontraban mucho más fácil expresarse en su lengua materna que en español.
Así, durante el ejercicio de foto voz, se dio a los/as participantes la opción de expresarse en náhuatl o en español. La gran mayoría de los/as participantes decidieron expresarse en náhuatl. Dado que algunos de los facilitadores del ejercicio no hablaban con fluidez el náhuatl, uno de los/as participantes tradujo voluntariamente durante la intervención. Como resultado, este participante no pudo participar plenamente en la actividad. Para evitar esta situación, se contrató a un traductor independiente para que proporcionara traducción simultánea durante el ejercicio de foto voz en la segunda comunidad. Wang y Burris (1997) sugieren que foto voz se adapte a las necesidades de los/as participantes de manera flexible. Por consiguiente, la cuestión del idioma de comunicación elegido para llevar a cabo la actividad fue esencial en foto voz y otras actividades realizadas en esta región de México. Para que los/as participantes comprendan el ejercicio y participen plenamente, pudiendo expresarse con facilidad, es esencial crear un entorno que propicie su participación. Esto significa tener en cuenta el idioma en que los/as participantes se sienten más cómodos para expresarse y planificar un sistema de traducción simultánea si es necesario para facilitar la interacción. El hecho de poder hablar el propio idioma aumenta la calidad de los datos recopilados. Las emociones se expresan más fácilmente en la lengua materna, y por lo tanto la información recogida es más fiable. Sin duda, la traducción conlleva el riesgo de introducir un sesgo en la interpretación de lo que dicen los/as participantes. Una alternativa sería capacitar a los agentes de la comunidad en el proceso e incluir este componente de creación de capacidad en la planificación del proyecto. De esta manera, la validez del enfoque, su anclaje en la comunidad y su sostenibilidad se verán fortalecidos.
El carácter innovador del método y su contexto de aplicación: elementos esenciales que deben tenerse en cuenta
En el contexto del proyecto, las comunidades estaban acostumbradas a participar en las actividades tradicionales de vigilancia y evaluación (encuestas demográficas) realizadas por los trabajadores, y nunca se habían enfrentado a un método innovador como foto voz. Foto voz hace hincapié en la creatividad, la reflexión basada en la memoria, e implica que los/as participantes expresen sus emociones y opiniones sobre las actividades descritas en las fotos, utilizando un ejemplo concreto.
No obstante, este método fue relativamente inquietante para algunos participantes al principio. Por lo tanto, los facilitadores prestaron especial atención a la explicación de los objetivos y el curso de la actividad. También era esencial escuchar activamente y ser capaz de estimular el pensamiento de los/as participantes para que pudieran llegar al final de sus pensamientos y no sólo describir la foto elegida.
Además, como los/as participantes eran jóvenes y no tuvieron la oportunidad de confrontarse con el material visual de la fotografía, al principio de la actividad les llevó tiempo familiarizarse con las fotos, reaccionar, intercambiar y a veces reírse, antes de que pudieran concentrarse de nuevo y responder a las instrucciones del ejercicio. Esta es una de las razones por las que, en la segunda comunidad, se organizó un juego de rompehielos con los jóvenes basado en las fotos para que se sintieran cómodos y se prepararan para la actividad antes de pedirles que se concentraran plenamente. Por consiguiente, al planificar la actividad es esencial tener en cuenta el contexto en el que se realiza la actividad y el público, que en este caso no está familiarizado con los métodos de evaluación innovadores y los materiales fotográficos. Requiere una buena capacidad de adaptación y ajuste en tiempo real por parte dla facilitadora. Un buen conocimiento de la realidad cultural y social en la que se desarrolla la actividad permite una mejor organización, planificación y participación en la actividad.
Análisis de la actividad: un proceso largo y complejo
El análisis de los datos de la sesión fotográfica (toma de notas, grabaciones de actividades, comentarios de los/as participantes, fotos seleccionadas) fue un gran reto, dada la duración del proceso y la importancia de obtener rápidamente datos válidos y utilizables.
Para poder analizar lo que dijeron los/as participantes, se favoreció la toma de notas en la primera comunidad. Sin embargo, esta tarea resultó ser compleja, en particular debido a la barrera del idioma (la persona que tomaba las notas no entendía el náhuatl) y a la velocidad de los intercambios. Por consiguiente, en el caso de la segunda comunidad, se decidió grabar y filmar la actividad con el acuerdo previo de los/as participantes y sus padres, a fin de poder observar las imágenes a posteriori e informar mejor sobre la marcha y los resultados de la actividad.
Posteriormente, y como se ha descrito anteriormente, se llevaron a cabo varias etapas de análisis con el fin de cumplir los objetivos fijados (recoger las percepciones de los/as participantes sobre los talleres de arte social y comprender mejor los efectos del arte social en la adquisición de conocimientos y aptitudes artísticas). El proceso requería tiempo, recursos humanos especializados (en investigación y evaluación participativas) y disponibilidad para llevar a cabo un análisis integrado y participativo que tuviera en cuenta la complejidad del contexto de la intervención y un buen conocimiento del proyecto.
Conclusión
Foto voz ayudó a cumplir el objetivo de la evaluación de comprender mejor las percepciones de los/as participantes sobre los talleres artísticos y educativos fundamentales para los proyectos de arte social de One Drop. Este proceso de evaluación, participativo, divertido y que fomenta el diálogo, fue respetuoso con los/as participantes y se adaptó al contexto de la aplicación, asegurando al mismo tiempo la continuidad de las actividades artísticas.
Puede ser difícil para los investigadores observar algunos de los comportamientos más importantes de una comunidad, especialmente cuando esa comunidad desconfía de los forasteros, está aislada, desatendida, oprimida o funciona sin un lenguaje escrito. En estas situaciones, las investigaciones de observación realizadas por personas ajenas a la comunidad pueden dar lugar a una visión sesgada e inexacta de la misma, lo que a su vez puede dar lugar a un malentendido de sus necesidades, activos y valores culturales… [Foto voz] es muy útil cuando se utiliza al principio de un proyecto, así como durante la etapa de evaluación y análisis para medir el éxito y la validez. (Haldenby, T. fecha no indicada [5]).
Aunque los/as participantes no eran los/as autores/as de las fotografías, eran los actores de las mismas y, como tales, pudieron descubrirse en su entorno, en la acción y en colaboración con sus compañeros. La imagen provocó reacciones espontáneas antes de fomentar la reflexión y el debate. Se dio voz a los jóvenes participantes a través de la fotografía y el dibujo, canales privilegiados para el intercambio de experiencias y la expresión de percepciones, emociones y opiniones que a menudo no son tenidas en cuenta por los adultos. La aplicación de este enfoque presenta retos que no ponen en duda su potencial de aprendizaje y transformación individual y colectiva.
Como resultado de esta experiencia, One Drop optó por utilizar foto voz como una intervención además de aplicarla como un enfoque evaluativo, ya que tiene las ventajas de las intervenciones basadas en las artes (Jagiello, 2015; Coholic et al. 2012; Djurichkovic 2011). Así, se une a todas las actividades artísticas sociales (teatro de intervención, talleres artístico-pedagógicos, documentación y medios de comunicación) utilizadas en sus proyectos de agua, higiene y saneamiento.
Por último, esta actividad también generó productos visuales (fotos, vídeos, dibujos) y proporcionó información más general sobre la dinámica social en las comunidades destinatarias. Los resultados se difundieron entre los asociados del proyecto, la comunidad, pero también entre los agentes del sector del agua, la higiene y el saneamiento.
Referencias clave
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En este artículo, Wang y Burris, considerados pioneros en el campo de foto voz, ofrecen una visión general de la metodología. Presentan sus orígenes, ventajas y limitaciones. A continuación, se analizan las consecuencias prácticas, los facilitadores y las limitaciones a la luz de un proyecto de evaluación participativa de las necesidades ejecutado en una comunidad china.
Fradet, L. (2012). Guide de la méthode photovoix.
https://sites.google.com/site/rappratique/outils-et-documentation/guide-methode-photovoix
En esta guía práctica, Lucie Fradet presenta paso a paso el método foto voz en el contexto de la investigación de acción participativa. Desde la preparación hasta la evaluación, pasando por la recopilación y el análisis de datos, foto voz se traduce en acción. La guía populariza los conceptos teóricos y metodológicos asociados a la fotovoice, al tiempo que ofrece “consejos y trucos” a todo aquel que desee utilizarla para que sea un éxito.
Mackinnon, S. et Ryan, L. (2015). Photovoice: Through the lens – A case study. Youth Engagement in Health Promotion. Vol 1. No.1
En este estudio de caso de Ontario, Mackinnon y Ryan demuestran la pertinencia de utilizar foto voz como herramienta para promover el debate con los jóvenes. A través de la combinación de la fotografía y la narración de historias, sus percepciones se tienen en cuenta para definir lo que es una comunidad saludable. Foto voz se presenta también como una estrategia para promover el diálogo con los responsables de la toma de decisiones en la comunidad. El autor concluye que photo voice es un método de investigación de acción participativa particularmente eficaz en la promoción de la salud, en particular mediante el concepto de potenciación de la comunidad.
Referencias
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Resumen / Résumé / Abstract
Para la evaluación de programas, es esencial usar métodos evaluativos que sean adaptados al contexto de la intervención, al objetivo de la evaluación y a las poblaciones meta. Sin embargo, esto representa un desafío para intervenciones complejas y para comunidades marginadas. En este capítulo, presentamos un método de evaluación participativa que utiliza la foto como apoyo para la expresión, llamado fotovoz, el cual está particularmente adaptado a los jóvenes y a las comunidades indígenas de un proyecto de acceso a agua, saneamiento e higiene en México. Se escogió este método también por sus características creativas y artísticas, alineado con el objetivo de la evaluación : evaluar las percepciones de los jóvenes en cuanto a las actividades artísticas en las cuales participaron en el contexto del componente de Arte Social para el Cambio de Comportamiento del proyecto, el cual promovía buenas prácticas relativas al agua potable y a la higiene. Se identifican las fortalezas y debilidades de este método y se describe el proceso metodológico en detalle. Se presentan brevemente los resultados de la intervención puestos en evidencia por este proceso y finalmente se describen las lecciones aprendidas de la aplicación de la fotovoz, con el fin de promover la utilización de este método que resultó muy útil y exitoso en el caso presentado.
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Utiliser des méthodes évaluatives adaptées à la fois au contexte d’intervention, à l’objet de l’évaluation et aux populations ciblées est essentielle en évaluation de programmes. Toutefois, cela comporte des défis non négligeables dans le cas d’interventions complexes et de communautés marginalisées. Dans ce chapitre, nous présentons une méthode d’évaluation participative utilisant la photo comme support d’expression -la photovoix-, particulièrement adaptée aux jeunes et aux communautés autochtones ciblées par un projet d’accès à l’eau, l’hygiène et l’assainissement au Mexique. Cette méthode qualitative a aussi été choisie pour son caractère créatif et artistique permettant de répondre à l’objectif de l’évaluation : évaluer les perceptions des jeunes par rapport aux activités artistiques auxquelles ils ont participé dans le cadre de la composante Art Social pour le Changement de Comportement ; les encourageant à adopter de meilleures pratiques en lien avec l’eau potable et l’hygiène. Les forces et les faiblesses de cette méthode sont exposées et le processus méthodologique décrit en détail. Les résultats de l’intervention mis en évidence par ce processus sont brièvement présentés et enfin, les leçons tirées de l’application de la photovoix sont décrites afin d’encourager l’utilisation de cette méthode qui s’est avérée particulièrement utile et concluante dans le cas présenté.
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In program evaluation, it is essential to use evaluation methods which are adapted to the intervention context, the evaluation objective and the target populations. However, this is quite challenging in the case of complex interventions and of marginalized communities. In this chapter, we are presenting a participatory evaluation method, called photovoice, using photos as a support for expression. This choice was particularly adapted to the youth and the indigenous communities targeted by a project of access to water, sanitation and hygiene in rural Mexico. This qualitative method was also selected for its creative and artistic characteristics, well suited to the evaluation objective : to assess the youth’s perceptions regarding the artistic activities they had participated in, as part of the Social Art for Behavior Change component of the project, to promote the adoption of adequate practices related to safe water and hygiene. The method’s strengths and weaknesses are outlined and the methodological process is described in detail. Findings from the evaluation are briefly presented, as well as lessons learned from the use of photovoice, in an effort to promote the application of this method which proved to be very useful and successful in the case studied.
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Lynda Rey se especializa en el uso de enfoques innovadores para la evaluación de programas y la planificación estratégica. Lleva a cabo una amplia gama de mandatos en materia de salud pública, desarrollo internacional y gestión de ONG para organizaciones públicas, privadas y comunitarias, fundaciones e instituciones académicas de todo el mundo. Recientemente, dirigió la unidad de supervisión, evaluación y gestión de conocimientos de One Drop, una fundación con sede en Montreal que invierte en proyectos de agua, higiene y saneamiento que integran el arte social para el cambio de comportamiento. Lynda Rey tiene un doctorado en salud pública y un diploma en análisis y evaluación de intervenciones sanitarias de la Universidad de Montreal. También obtuvo dos maestrías en Francia; una en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de Sciences-Po Aix y la otra en Cooperación Internacional y Políticas de Desarrollo de la Sorbona.
Wilfried Affodégon es un ingeniero agro-económico. También tiene una maestría en administración. Actualmente es candidato al doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad Laval, Quebec-Canadá. Ha trabajado durante aproximadamente una década en programas de asistencia al desarrollo internacional como especialista en supervisión y evaluación. En esta capacidad, ha utilizado el vídeo participativo, que es una variante del enfoque de fotovoz para la evaluación del apoyo de la cooperación danesa a las comunidades agrícolas de Benin. También es especialista en instituciones parlamentarias, gestión pública, medición del rendimiento y evaluación de la acción pública y métodos de investigación de ciencias políticas.
Isabelle Viens es licenciada en arte dramático por la Universidad de Québec en Montreal. Durante más de 25 años ha colaborado en proyectos de desarrollo internacional que la han llevado a vivir experiencias ricas y humanas trabajando con el arte como fuente de transformación social. Durante los últimos 10 años, ha hecho de América Central su hogar. Actualmente, es la directora de intervenciones de arte social para el cambio de comportamiento en América Latina para la Fundación One Drop.
Hind Fathallah es especialista en la evaluación de proyectos de desarrollo internacional. Actualmente es consultora en materia de supervisión, evaluación y aprendizaje de la Fundación One Drop de Montreal, donde combina sus conocimientos especializados en materia de desarrollo internacional con su experiencia en la evaluación de proyectos de arte social y cambio de comportamiento relacionados con el agua, la higiene y el saneamiento en el África occidental, América Latina y la India. Le apasiona el desarrollo internacional y los métodos innovadores de evaluación participativa. Tiene una Maestría en Cooperación Internacional de Sciences Po Lyon (Francia) y ha trabajado con varias organizaciones sin fines de lucro en Francia y Canadá.
María José Arauz es especialista en evaluación de programas. Tiene una maestría en salud pública de la Universidad de Montreal y tiene más de 7 años de experiencia en evaluación de programas e investigación evaluativa. María ha trabajado en proyectos de desarrollo internacional, cambio de comportamiento, salud pública, salud mental, determinantes sociales de la salud y desarrollo social y con diversos grupos como las poblaciones rurales, indígenas e inmigrantes. María promueve enfoques de evaluación participativos, creativos y orientados a la utilización.
Cita
Lynda Rey, Wilfried Affodégon, Isabelle Viens, Hind Fathallah y Maria-Jose Arauz (2020). El método foto voz. Una intervención con poblaciones marginadas para el acceso al agua potable, la higiene y el saneamiento en México. En Evaluación de las intervenciones sanitarias en salud global. Métodos avanzados. Bajo la dirección de Valéry Ridde y Christian Dagenais, pp. 95-134. Québec: Éditions science et bien commun y Marseille: IRD Éditions.